Then, calling the crowd to join his disciples, he said, “If any of you wants to be my follower, you must give up your own way, take up your cross, and follow me.– Mark 8:34 (NLT)
Can we take another look at the cross but this time let’s look at it from a different angle. One of Jesus’ assignments was to give Himself up as a living sacrifice for our sins. Let’s take a moment and look at the journey. His assignment started off rough. He was dragged to jail in the middle of the night, questioned, smacked in the face, mocked, stuck with a crown of thorns, punched, flogged with a lead whip, betrayed, and humiliated before crowds. Then He was told to carry a cross that He would ultimately be crucified on.
Jesus journey to Calvary got worse and worse, with each step came another blow. To God it was obedience yet to man He was being punished. How many times something bad happens to us and right away people start saying God is punishing us for something we did. Hard times and situations are usually associated with disobedience but this was not the case. Jesus was in full submission and obedience to God. Sometimes in being obedient to God, our situations can become worse and worse, it is like the storm won’t let up. We can become discouraged, weak, feeling abandoned and alone, not to mention when we arrive we look beat up. This must of been what Jesus experienced, but He kept pushing forward. He had an assignment, and He was going to complete it at all cost. Not for His gain or benefit but for ours and to give God all the glory.
Beloved, don’t be afraid to “Pick Up Your Cross”, though the road that awaits you can seem long, lonely, dark and hard… persevere. In our walk we need to fully rely on God just as Christ did so that we to can give God all the glory he deserves and be the light to others along the way. Ultimately defeating Satan at every turn and putting him under our feet where he belongs. So let’s take up our cross and follow Jesus. You are loved.
Toma Tu Cruz
Entonces llamó a la multitud para que se uniera a los discípulos, y dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.- Marco 8:34 (NTV)
¿Podemos echar otra mirada a la cruz, pero esta vez veámosla desde un ángulo diferente? Una de las asignaciones de Jesús fue entregarse a sí mismo como sacrificio vivo por nuestros pecados. Tomemos un momento y observemos el viaje. Su tarea comenzó con dificultades. Fue arrastrado a la cárcel en medio de la noche, interrogado, abofeteado, burlado, clavado con una corona de espinas, golpeado, azotado con un látigo de plomo, traicionado y humillado ante multitudes. Luego se le dijo que llevara una cruz en la que finalmente sería crucificado.
El viaje de Jesús al Calvario fue de mal en peor, con cada paso venía otro golpe. Para Dios era obediencia, pero el hombre estaba siendo castigado. Cuántas veces nos pasa algo malo y enseguida la gente empieza a decir que Dios nos está castigando por algo que hicimos. Los tiempos y situaciones difíciles pueden estar asociados con la desobediencia, pero este no fue el caso. Jesús estaba en completa sumisión y obediencia a Dios. A veces, al ser obedientes a Dios, nuestras situaciones pueden empeorar cada vez más, es como si la tormenta no cesara. Podemos desanimarnos, debilitarnos, sentirnos abandonados y solos, por no mencionar que cuando llegamos nos vemos gravemente golpeados. Esto debe haber sido lo que Jesús experimentó, pero siguió avanzando. Tenía una tarea y Él iba a completar a toda costa. No para Su ganancia o beneficio, sino para nuestros y para darle a Dios toda la gloria.
Amado, no tengas miedo de “Tomar Tu Cruz”, aunque el camino que te espera puede parecer largo, solitario, oscuro y duro … perseverante. En nuestro caminar, debemos confiar plenamente en Dios, tal como lo hizo Cristo, para que podamos darle a Dios toda la gloria que se merece y ser la luz para los demás en el camino. En última instancia, derrotar a Satanás a cada paso y ponerlo bajo nuestros pies donde pertenece. Así que tomemos nuestra cruz y sigamos a Jesús. Eres amado.